miércoles, 11 de junio de 2008

TRABAJO PARCIAL 1

INSTITUTO LATINOAMERICANO DE LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA

CENTRO DE ESTUDIOS EN COMUNICACIÓN Y TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS


MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN Y TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS

MÓDULO DE INVESTIGACIÓN

ENSAYO
LA CONCIENCIA ÉTICA EN EL ÁMBITO DEL PROFESOR COMO INVESTIGADOR

Tutor: Maestra María del Socorro Luna Ávila.

Alumno: Julio Jiménez Vargas


Grupo: 03


Sede: Tecnológico de Estudios Superiores de Chalco


Ixtapaluca, Estado de México 19 de febrero de 2008.

LA CONCIENCIA ÉTICA EN EL ÁMBITO DEL PROFESOR COMO INVESTIGADOR

I. Introducción

La ética es la parte de la filosofía que se encarga del estudio de las normas morales, las cuales constituyen guías que orientan al individuo para elegir su comportamiento. La conciencia ética es una característica intrínseca del ser humano. En el ejercicio de su libertad los individuos deben tomar decisiones y asumir las consecuencias de sus actos.
A continuación se reflexiona sobre los elementos que se requieren para fortalecer la conciencia ética del profesor como investigador. En el ámbito de la investigación se debe tener claro el conjunto de normas morales que permitan tomar decisiones adecuadas durante el desarrollo del trabajo. No se trata de crear una conciencia ética especial para el profesor en su carácter de investigador, por el contrario esta conciencia se desprende como una extensión del individuo en todas sus facetas.
El propósito de este ensayo es demostrar que la conciencia ética del profesor como investigador está ligada a su actuación en todos los ámbitos de su desarrollo personal y profesional. Para cumplir con ese objetivo el trabajo esta divido en dos secciones. En la primera se discute sobre el concepto de ética y su trascendencia en la afirmación del género humano. En la segunda parte se desarrollan algunas propuestas para promover la conciencia ética en la familia, en el ejercicio de la docencia y en la investigación.

II. LA CONCIENCIA ÉTICA

De acuerdo con Carlos Visca, la conciencia ética puede definirse como
“… la capacidad de razonamiento sobre las propias acciones que implican valores, que inciden sobre los demás, que construyen permitiendo la comunicación, que realizan la libertad, que nos comprometen, etc. Que comportan en sí un valor intrínseco”
La conciencia ética es la capacidad de reflexión acerca de las normas que se siguen libremente, por convicción propia, sin ninguna presión externa. Por ello, se puede afirmar que a mayor conciencia ética corresponde una mayor humanización del individuo. En este sentido Edgar Morín hace referencia al concepto Antropoética como “la necesidad consciente y clara de… lograr la humanidad en nosotros mismos en nuestra conciencia personal.” (Morín, 1999)
Lograr la humanidad en nosotros mismos implica ser coherentes entre nuestros pensamientos y nuestros actos, implica ser la misma persona con el mismo código de ética independientemente del rol que nos toque desempeñar. En síntesis, se requiere ser personas íntegras, honestas consigo mismas y con los otros seres humanos con los que se relaciona.
A continuación se presentan algunas propuestas para promover la conciencia ética con una visión integral para ello se abordan tres planos: familiar, como docente y cómo investigador.

III. Propuestas para promover la conciencia ética.

De acuerdo con Morín (1999) la incomprensión personal es una fuente de incomprensión hacia los demás ya que quien no se comprende así mismo trata de ocultar sus debilidades volviéndose despiadado con las carencias de los demás.
Ligado a lo anterior el mismo autor menciona el espíritu reductor como aquella tendencia a reducir la complejidad de las personas a un solo aspecto, frecuentemente negativo. Por ejemplo a quien comete un error se le etiqueta por esa falta sin tomar en cuenta las virtudes que posee.
Desde mi punto de vista, los dos factores mencionados anteriormente, la incomprensión personal y el espíritu reductor son barreras a la consolidación de la conciencia ética. Por ello, es necesario tenerlos presentes y buscar acciones para evitarlos en cualquier situación en la que nos encontremos.

1. En el ámbito familiar

En el ámbito familiar, y en general en todos los ámbitos de la vida, se requiere realizar un análisis introspectivo para que cada individuo valore sus fortalezas y limitaciones. Tener conciencia de las características propias facilitará aceptarse a uno mismo y comprender a los demás.
En los diferentes roles que se adoptan en el seno de una familia, como hijo, padre, hermano o cónyuge, es importante valorarse en una justa dimensión e impulsar a los demás miembros de la familia para que hagan lo propio. Es decir, se trata de cultivar la comprensión personal como una vía para fomentar la comprensión hacia los demás y fortalecer la conciencia ética.

2. En el ámbito de la docencia

Valorar nuestras fortalezas y debilidades como profesionistas nos debe conducir a comprender mejor a las personas con las que nos relacionamos. En el caso de los docentes estimar nuestros aciertos y limitaciones nos permitirá apreciar mejor a nuestros alumnos y no descargar en ellos nuestras frustraciones.
Como docentes una mayor comprensión propia y hacia los demás incide de manera positiva en el cuidado de las instalaciones y el material de la escuela, en una preparación adecuada de las clases, así como un trato digno y justo hacia todos los alumnos.
De forma recíproca impulsar a los alumnos para descubrirse a sí mismo y reafirmarse como personas, permitirá que entiendan mejor a sus docentes y exista una mejor relación entre ellos.
Un problema muy común que denigra la conciencia ética en el ámbito educativo es el plagio lo que ocurre cuando al realizar un texto académico se toman ideas de otros autores y se omite mencionar la correspondiente cita bibliográfica.
A menudo, los alumnos entregan trabajos con un número importante de hojas pero que corresponden a artículos bajados de internet. No hay ningún trabajo intelectual. En este caso se denigra tanto la preparación académica como la conciencia ética de los jóvenes. Por ello, muchos académicos han puesto énfasis en la necesidad de frenar esta tendencia. Por ejemplo, Rojas Soriano (1992) menciona que “los docentes debemos hacer que los estudiantes conozcan la gravedad de dicho fenómeno (el plagio) a fin de que esta práctica bastante frecuente se destierre poco a poco de nuestro país”.

3. En el ámbito de la investigación

De acuerdo con Sara Galván (Centro de Estudios en Comunicación y Tecnologías Educativas, 2008) existe una clara diferencia entre el profesor técnico y el profesor investigador. El profesor técnico realiza el trabajo de impartir clases y transmitir sus conocimientos y habilidades. El profesor investigador, además de realizar lo anterior, reflexiona sobre los procesos de enseñanza aprendizaje, profundiza en las problemáticas que encuentra dentro y fuera del aula y busca darles solución.
Por lo tanto, el profesor investigador está en condiciones de adquirir un mayor grado de conciencia sobre su práctica docente, conciencia que debe tener un impacto positivo en el aspecto ético. Desde esta perspectiva, a continuación se platean algunas propuestas para fomentar la conciencia ética en el ámbito de la investigación.

a) Erradicar el plagio.- La deficiencia de trabajo intelectual, mencionada anteriormente, y su sustitución a través del plagio es un riesgo latente que debe evitar el profesor en su carácter de investigador. La deficiencia anterior se ha atribuido, en parte, al desconocimiento sobre la forma de realizar las citas bibliográficas (Soriano, 1992)
Un principio fundamental que debe regir la conciencia ética del investigador es citar la fuente bibliográfica cada vez que se retoman las ideas de otros autores. Por ello resulta necesario conocer los lineamientos para realizar las citas correspondientes. El manual de la American Psychological Association es un recurso muy valioso para orientar sobre la manera de hacer las citas bibliográficas (Rodríguez, 2003)

b) Evitar el espíritu reductor.- Así como hay una tendencia a etiquetar a las personas por uno sólo de sus aspectos, cuando se desarrolla un trabajo de investigación se corre el riesgo de reducir el objeto de estudio a una sola de sus características. El investigador debe mantener una actitud abierta y valorar su objeto de estudio en toda su complejidad Por ejemplo si se realiza una investigación sobre las actitudes de los alumnos al interior del aula, es necesario considerar no sólo los factores que inciden dentro del aula, sino también factores externos como la situación socioeconómica (CECTE, 2008). Abordar el objeto de estudio en toda su complejidad requiere aplicar los conceptos de interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, es decir, investigar el fenómeno desde diferentes especialidades. (Peñuela, 2005)

c) Ética de la comprensión.- De acuerdo con Morín (1999) “la ética de la comprensión pide argumentar y refutar en vez de excomulgar y anatemizar” Este principio es muy importante en el ámbito de la investigación. Se trata de abordar el fenómeno de estudio de forma objetiva, librarse de prejuicios y en caso de no coincidir con alguna postura es necesario polemizar con argumentos en lugar de emplear descalificativos y prejuicios.

d) Democratización del conocimiento.- Actualmente “los ciudadanos son rechazados de los asuntos políticos cada vez más ocupados por los expertos y la dominación de la nueva clase impide en realidad la democratización del conocimiento.” (Morín, 1999). En estas circunstancias es un deber del investigador socializar el conocimiento, contribuir a mejorar el nivel de vida a partir de los resultados de la investigación y ayudar a resolver problemas prácticos.

e) Claridad de los objetivos de la investigación.- Los objetivos son las guías que permiten conducir el trabajo de investigación. Por ello deben formularse al inicio del proceso y cuando se realiza un trabajo de campo deben darse a conocer. En el caso de una investigación en el sector educativo se requiere la colaboración de docentes, alumnos, directivos e instituciones, para facilitar la entrada a esos lugares es muy importante dar a conocer los objetivos. Cuando por fin se obtienen los resultados de investigación no se deben manipular los objetivos a conveniencia personal para hacerlos coincidir (CECTE, 2008).

Erradicar el plagio, evitar el espíritu reductor, fomentar la ética de la comprensión, democratizar el conocimiento y claridad en los objetivos de la investigación son algunas propuestas para fortalecer la conciencia ética del profesor como investigador.
IV. CONCLUSIONES

La ética es una característica propia del ser humano. La conciencia ética, por su parte, es un ejercicio de razonamiento sobre las acciones que se emprenden libremente, por convencimiento propio, sin ninguna presión externa. Por lo que, a mayor conciencia ética existe una mayor calidad del ser humano.
Cada individuo desempeña diferentes funciones de acuerdo a sus responsabilidades. La integridad del individuo consiste en actuar de la misma manera independientemente del contexto en el que esté inmerso. Por ello, la conciencia ética del profesor como investigador debe corresponder a su desempeño como docente y como parte de la unidad fundamental de la sociedad.
Por ejemplo, el profesor investigador que guía a alumnos para que eviten el plagio está más comprometido consigo mismo para no incurrir en esa práctica. De lo contrario, ¿con qué autoridad moral puede pedirles a los estudiantes que no incurran en esa falta?
Sucede lo mismo con la ética de la comprensión. Como vimos, la comprensión nace en el mismo individuo y de ahí se irradia hacia las demás personas y las actividades que se realizan. Quien no se comprende así mismo difícilmente podrá comprender a los demás. El mismo principio se aplica en la investigación: quién no comprende las teorías en las que se apoya para fundamentar sus puntos de vista difícilmente podrá comprender y contra argumentar las posiciones contrarias a la propia.
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BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

1. CECTE (2008). Maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas. Módulo de investigación. Telesesiones 2 y 3.
2. Morín, Edgar (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, Correo de la UNESCO.
3. Peñuela, Velásquez Alejandro (2008). “La transdisciplinariedad. Más allá de los conceptos de la dialéctica”, en Andamios, año 1.
4. Rodríguez, Víctor (2003). Guía breve para la preparación de un trabajo de investigación según el manual de estilo de publicaciones de la American Psychological Association (A.P.A). Recuperado el 17 de febrero de 2008 de http://biblioteca.sagrado.edu/pdf/guia-apa.pdf
5. Rojas Soriano, Raúl (1992). Formación de investigadores educativos, Editorial Plaza y Valdés, México
6. Visca, Carlos. La educación en valores. Entre la teoría y la práctica. Recuperado el 17 de febrero de 2008 de http://www.ceiec.edu.ar/pdfs/7.pdf